Muchas parejas prefieren alimentarse de amor, y no de comida.
Pero de todos modos engordan, según descubrió una encuesta realizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), donde concluyeron que al unirse, una pareja puede aumentar hasta 4.5 kilogramos.
La Encuesta se aplicó a 2 mil 314 personas (99% mujeres y 1% hombres), y arrojó que ese aumento de peso se da por tres motivos principales:
1.- Periodo de relajación. Tras el enamoramiento intenso, algunas discusiones y muchas veces el embarazo, viene un periodo donde todo se relaja, incluso los hábitos alimenticios. EL 73 por ciento de las mujeres encuestadas dicen que el peso es importante controlarlo cuando se busca pareja, pero al encontrarla y consolidarla, sólo el 68 por ciento sigue interesada en mantenerse esbelta.
2.- Las discusiones o las rupturas orillan a comer sin necesidad. El 51 por ciento de los encuestados dice que come dulces u otras golosinas, y por tanto, ganan peso. La mayoría de las veces no comemos porque necesitamos alimentarnos, sino por otros muchos impulsos que nos llegan en cada momento, dice el estudio.
3.- Siguen “picoteando” comida después de la cena. Y consolidada la pareja, baja la vida social, y eso hace que luego de la cena, muchos sigan “picoteando” comida, o comiendo golosinas, postres, o chatarra. Eso aumento pesa.
A la mayoría de las mujeres les preocupa el exceso de peso. El 92 por ciento dice que le gustaría perder kilos, sin importar en que etapa sentimental estén. Lamentablemente pocas se aplican, y es más fácil que sigan engordando con el tiempo, hasta terminar como una matrona de Rubens o de Botero.
“Es fundamental llevar un control del peso corporal pero no es necesario hacerlo semanalmente, se recomienda una vez al mes”, señala el estudio en sus conclusiones.