Recientemente se ha polemizado mucho sobre el uso de la mariguana con fines medicinales en el tratamiento de enfermedades como la epilepsia, y su uso ha logrado buenos resultados, pero existen otras alternativas, como la neuroestimulación como terapia, que gracias a los avances científicos, ya existe en México.
Esta terapia, que no requiere cirugía, beneficia principalmente a pacientes que no son candidatos para cirugía cerebral, que no desean someterse a una cirugía cerebral, con cirugía cerebral fallida, con crisis de difícil control y personas de cualquier edad (niños, adolescentes, adultos, ancianos).
El tratamiento con VNS (de estimulación del nervio vago) tiene un enfoque único desarrollado específicamente para las personas con epilepsia de difícil control. Más de 65,000 personas en todo el mundo han elegido esta terapia para ayudar a controlar sus crisis sin los efectos secundarios que suelen estar asociados a los medicamentos, como la depresión, los mareos, la confusión, los cambios de peso, el cansancio y los problemas para dormir.
La terapia VNS no es un medicamento y no requiere una cirugía cerebral. explicó el Dr. Samuel Pérez Cárdenas, neurocirujano con subespecialidad en cirugía de Epilepsia del Hospital Universitario
Este procedimiento consiste en implantar un dispositivo (generador) similar a un marcapasos y un cable delgado y flexible (derivación) que envía impulsos leves al nervio vago izquierdo, que se encuentra en el cuello, el cual a su vez envía estos impulsos al cerebro para ayudar a controlar las crisis. Como el tratamiento se realiza automáticamente a intervalos regulares durante todo el día, no debe preocuparse por la pérdida de dosis, garantizando una mejor calidad de vida para el paciente y su reinserción a la sociedad.
Por ser una cirugía poco invasiva, generalmente el tiempo de estancia hospitalaria es corto, varía en cada uno de los pacientes, pero en promedio son 24 horas.
Este procedimiento, señaló el Dr. José Antonio Infante Cantú, Profesor Clínico de Neurología Pediátrica, Hospital Zambrano-Hellion del Tecnológico de Monterrey se realiza bajo anestesia general y está a cargo de un neurocirujano, demora cerca de dos horas.
En la mayoría de los casos, se realizan dos incisiones pequeñas: una sobre un pliegue natural del lado izquierdo del cuello y otra sobre la parte izquierda del pecho, debajo de la clavícula. Se coloca un pequeño generador del tamaño aproximado de un reloj por debajo de la piel, generalmente, en la parte izquierda del pecho. Un cable delgado y flexible conecta el generador con el nervio vago izquierdo, por debajo de la piel en el cu
ello.
A la semana posterior a la cirugía de implantación del VNS,se enciende el dispositivo. Una paleta electrónica se acerca al dispositivo subcutáneo por encima de la piel y vía bluetooth se enciende y se instalan los parámetros con los que funcionará el marcapasos, básicamente estos se relacionan con el tiempo que dura el Estímulo, la intensidad y la frecuencia.
Por ejemplo, comentó el Dr. Infante Cantú, El dispositivo liberará un estímulo cada 5 minutos por treinta segundos a 0.25 miliamperes (mA) de intensidad. Estos parámetros son los iniciales y cada semana se incrementará la intensidad hasta llegar a 1.5 ó 2 mA. Este proceso no es doloroso y frecuentemente lo que percibe el paciente es una vibración debajo de la piel en la región del dispositivo y a veces algunos accesos leves de tos seca.
La Terapia de Estimulación del nervio vago (VNS) mejora el control de las crisis epilépticas, así como las capacidades verbales, memoria, estado de ánimo y capacidad de reacción; disminuye el riesgo de estados epilépticos, accidentes, traumatismos craneoencefálicos, fracturas por ende visitas a urgencias y hospitalizaciones. Es un tratamiento que complementa a los medicamentos antiepilépticos “No los reemplaza”.
Otra ventaja de este dispositivo, es que tiene un sistema integrado que detecta situaciones que auguran que se acerca una crisis y se dispara automáticamente abortando la posible crisis que se avecina. Durante una crisis epiléptica, tiene un magneto tipo muñequera que se pasa por encima del estimulador y adelanta la descarga programada, provocando se controle la crisis la mayoría de las veces.
“La epilepsia no debe ser una barrera para tener una vida íntegra y feliz” concluyeron los expertos.