*Inició como antidepresivo pero se comprobó activa el líbido.
La flibanserina o mal llamada viagra femenina es un medicamento cuyo uso ha resultado polémico desde el inicio. En primer lugar, sus principios activos no tienen nada que ver con los de la pastilla masculina. Se trata de una sustancia que actúa sobre el cerebro y, por lo tanto, tiene que ser tomada con continuidad para que produzca su efecto terapéutico.
Sin embargo, el público la ha recibido como un fármaco milagroso que podría servir como estimulante de la libido femenina que activa el órgano sexual de la mujer en una sola toma, un efecto que evidentemente no tiene. De hecho, la comunidad médica no se pone de acuerdo en si en verdad tiene algún beneficio a corto plazo en el plano erótico. Hay que tener en cuenta que no todos los científicos coinciden en que exista el problema que se supone que esta pastilla elimina. El trastorno de deseo sexual hipoactivo, es decir, la falta de ganas de hacer el amor, es una entidad diagnóstica muy cuestionada.
La doctora Leonore Tiefer, profesora de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York, es una de sus detractoras. En primer lugar, argumenta que la libido baja es una etiqueta difusa; “¿baja con respecto a quién? ¿Hay normas que cuantifiquen la cantidad de deseo erótico que debe sentir un ser humano?”. Por otra parte, en caso de que una mujer crea tener un deseo sexual más inhibido de lo que le gustaría, el problema no suele ser de orden físico.
Sin embargo, existen también científicos que han apoyado su eficacia. Sally Greenberg, directora de la National Consumers League, valora lo que supone este medicamento a la hora de ocuparse de la salud sexual de las mujeres. En su opinión, el mero hecho de plantearse el deseo femenino como un problema físico –aunque solo se estén dando los primeros pasos en este sentido– ya es un avance a la hora de dar a las mujeres el derecho a una sexualidad activa.