*Un rostro atractivo consigue muchas cosas, incluyendo problemas.
Una persona atractiva, una bella sonrisa y ojos penetrantes captan la atención en segundos. Esto provoca que decenas de puertas se abran, pero por increíble que parezca, muchas otras se cierran y crean conflictos.
Un estudio desarrollado por la London Business School (Reino Unido) expone que las personas más atractivas o bellas pueden estar en desventaja en ciertas situaciones de contratación. Concretamente, al solicitar empleos percibidos como menos deseables (como ser empleado en un restaurante de comida rápida), los candidatos físicamente atractivos pueden ser discriminados negativamente, apuntan los investigadores.
La razón de esta discriminación -según la hipótesis de los científicos- es que las empresas buscan contratar personas que estén satisfechas con sus trabajos, pero el prejuicio de que las personas atractivas tienen mayores expectativas los lleva a creer que esos candidatos no estarán contentos con su trabajo (y no los contratarán).
Los sesgos que nos hicieron ver a las personas bellas como más dignas de respeto, para un trabajo bien remunerado y un puesto de autoridad, también nos hacen pensar que no son tan adecuados para tareas menos estimulantes y menos gratificantes.
Aunado a ello no olvidemos la envidia, la grilla y levantar falsos. Y tú, ¿has sido discriminado por ser guapo o guapa?