*La distancia entre la cara de la persona y la lente de la cámara puede alterar las características faciales.
De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford y la Universidad de Rutgers, frecuentemente lo que muestran las selfies no es precisamente un retrato fiel de la persona, sino más bien una imagen distorsionada, en la que las dimensiones faciales, especialmente las de la nariz, están alteradas.
De acuerdo a una encuesta realizada por la Academia Americana de Cirugía Facial Plástica y Reconstructiva, en el año 2017 el 55 por ciento de los cirujanos plásticos faciales informaron sobre pacientes que querían cirugías para ayudarlos a verse mejor en selfies; para el año 2016 esta cifra se ubicó en 13 por ciento.
En este contexto, un equipo de investigadores se propuso cuantificar la distorsión de las selfies, utilizando un modelo matemático que tiene en cuenta cómo la distancia entre la cara de la persona y la lente de la cámara puede alterar las características faciales. El modelo matemático se basa en las mediciones promedio de características de la cabeza y la cara, obtenidas de una selección de participantes racial y étnicamente diversos.
Los investigadores encontraron que una selfie promedio, tomada aproximadamente a 30 centímetros de la cara, hace que la base nasal parezca aproximadamente un 30 por ciento más ancha y la punta nasal un 7 por ciento más ancha, que si la fotografía hubiera sido tomada a 1,5 metros, una distancia de retrato estándar que proporciona una representación más proporcional de las características faciales.