La alergia es una enfermedad sistémica y se debe a la falta de reconocimiento por parte del organismo ante alguna sustancia, generalmente alguna proteína (polen, pelo de gato, excremento de ácaros), que desencadenan una serie de fenómenos celulares y bioquímicos colocando al paciente en un estado de hipersensibilidad ante estos agentes y que genera reacciones de diversas formas según el órgano del cuerpo que se vea afectado, explica el Dr. Francisco Javier Saynes Marín, otorrinolaringólogo y cirujano de cabeza y cuello, certificado por el Consejo Mexicano de Otorrinolaringología.
“La rinitis alérgica se caracteriza por estornudos que denominamos en salva, porque son una serie de varios estornudos incontrolables, presencia de secreción hialina, comezón en la nariz y congestión nasal. El aparato respiratorio no es solo nariz y pulmones, incluye también el conducto lacrimonasal, oído medio, senos paranasales, faringe, cuerdas vocales, tráquea y bronquios; en todas esas estructuras puede haber molestias por la alergia”, dice el especialista en la conferencia de prensa organizada por Laboratorios Chinoin sobre “Cambio climático y alergias”.
Se estima que aproximadamente 33% de la población mexicana padece alguna forma de alergia, lo cual es similar a las tasas mundiales reportadas. Entre las zonas más afectadas por casos de alergia se encuentran el sureste mexicano (Yucatán, Campeche, Quintana Roo), la península de Baja California y área central del país (Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Querétaro).
Las alergias, señalan los estudios, afectan más a hombres en una relación 2:1 y en general en la etapa infantil los cuadros son más frecuentes dada la inestabilidad del sistema inmune.
La contaminación tiene varios efectos sobre las alergias, el principal es que favorece la inflamación de la vía aérea y en este caso es más sencillo ser sensibilizado por algún alérgeno al estar vulnerables estas estructuras.
Además, la deforestación afecta los usos de suelo, ya que la tala inmoderada de árboles y la falta de una cultura de reforestación adecuada modifica los mecanismos de conversión de CO2 en oxígeno, y el CO2 es responsable de favorecer el desarrollo de pólenes más “agresivos”, es decir, con mayor capacidad de generar alergias, entre ellos la rinitis.
Las alergias y sus diferentes manifestaciones son enfermedades con un aumento constante en la prevalencia a nivel mundial, principalmente en los menores de edad, con un impacto social global de acuerdo con la Organización Mundial de la Alergia (WAO), por lo que son consideradas una epidemia y un problema de salud mundial. Se calcula que actualmente un 30 – 40% de la población mundial vive con una o varias enfermedades alérgicas. En México, se calcula que aproximadamente 40 millones de personas padecen una enfermedad alérgica y por lo menos 5 millones tienen asma.
Según el estudio ISAAC (estudio internacional del asma y enfermedades alérgica en la infancia, por sus siglas en inglés) que evaluó los patrones globales de la prevalencia y severidad de los síntomas de estas enfermedades, reportó que en México la prevalencia de rinitis alérgica variaba del 11% en pacientes de 6-7 años hasta un 15% en el grupo de 13 años; un 6% en Dermatitis atópica y 8.5% en Asma.
Recomendaciones para personas que sufren rinitis alérgica
- Evitar la exposición al alérgeno.
- Recurrir a la línea de fármacos para controlar la alergia: soluciones salinas, antihistamínicos, esteroides tópicos, y antileucotrienos, cada uno tiene una función específica y un momento en donde usarlos. Uno de los más seguros es Zyxem (levocetirizina) que es un antihistamínico de tercera generación derivado de la cetirizina indicado para el tratamiento de los procesos alérgicos y el control de comezón, estornudos, escurrimiento nasal y prurito (comezón). Su presentacién en gotas y pastillas hace que pueda ser usado en infantes y adultos.
- Identificar si los cuadros respiratorios que se padecen son por infección o son cuadros repetitivos que orientan a alguna alergia.
- Evitar el uso de alfombras, peluches y mantener plantas en las habitaciones de descanso.
- Mantener las ventanas cerradas por la noche para evitar que entre polen en la casa. Utilizar aire acondicionado con filtros.
- Reducir las actividades del aire libre por la mañana temprano entre las 5-10 horas (emisión de pólenes) y de 17-22 horas (período de descenso del polen desde la atmósfera al enfriarse).
- Evitar cortar el césped o estar cerca del césped recién cortado. El corte del césped agita el polen y el moho.
- Evitar la automedicación.
El Dr. Saynes Marín finalmente señala que es de suma importancia identificar el factor al que es alérgica la persona y acudir al especialista ante la persistencia del cuadro, no automedicarse y entender que las alergias se pueden controlar, por lo que cualquier paciente puede llevar una vida prácticamente normal si está suficientemente informado