En esta época quién no tiene un smartphone. Prácticamente todo el mundo está conectado a través de estos aparatos que también sirven como teléfono.
Y muchos de las 4 mil millones de personas que se calcula los usan, se ha vuelto adicta, y les puede traer problemas de salud.
El exceso en el uso de la tecnología trae consigo dolores de cabeza, aumento de estrés, y adición similar a la que se puede tener a las drogas, porque se vuelven totalmente dependientes del aparato, y lo prefieren a las relaciones personales.
Los especialistas coinciden en que la adicción al teléfono existe, y si el usuario se aisla del entorno y de las personas, hablamos de adicción. El adicto prefiere el contacto virtual antes que el personal.
Un estudio realizado en la Universidad de Maryland, descubrió que los estudiantes, cuando no tenían su Blackberry sufrían un síndrome de abstinencia similar al que se ve en los adictos al alcool y las drogas, con síntomas como ansiedad y preocupación.
Todos usamos un smartphone, y es buen saber las consecuencias negativas. Veamos la más severas:
Sensación de vacío
Se han registrado casos donde ha sido necesaria la terapia para superar problemas de dependencia. En Estados Unidos incluso se han abierto centros de rehabilitación, basados en terapias de relajamiento, para quienes sienten vacío cuando dejan sus smartphones.
Generalmente lo que echan de menos es el Internet y la mensajería instántanea.
Interrupción del sueño
Muchas personas dejan encendido el teléfono mientras duermen, y tienden a revisarlo cuando despiertan entre la noche o cuando les llega algún mensaje de algún trasnochado. ESto termina afectando la calidad del sueño, que repercute en el comportamiento y el estado de ánimo.
Al paso de las semanas el no dormir bien resulta negativo para el estado de ánimo de la persona, se vuele malhumorada, estalla ante la mínima molestia, y no está contenta.
Es recomendable no enviar mensaje o hablar por teléfono antes de dormir, y dejar apagado el aparato. El mundo no se acabará.
Elevan el estrés
Al usarlos como herramienta permite realizar varias cosas a la vez, lo que ahorra tiempo, pero trae estrés y ansiedad. Investigadores del MIT Sloan School of Management determinaron que el uso del smartphone impacta el ambiente laboral y provoca tardanza en la entrega de proyectos, poca disponibilidad de los empleados y pérdida de la noción del tiempo libre, pues la gente no se toma descansos, ni cuando está comiendo.
Muchos jefes exigen una comunicación permanente, lo que implica mandar y responder emails, estar conectado las 24 horas del día y siempre disponible.
Vale la pena revisar cuánto tiempo pasamos en el smartpone, y poner solución.
Recomendamos
Desconectar el LED
Seguramente la ansiedad te matará un poco, pero desactiva las notificaciones. Así no te sientes obligado a responder de inmediato.
Consúltalo e vez en cuando
No tienes que traerlo siempre en la mano. Guárdalo y consúltalo cada hora o cada dos horas. Verás que no es tan difícil esperar.
Apagalo
Todos los smartphone tienen un botoncito que los apaga. Oprímelo una hora antes de dormir, así no te sientes obligado a responder todo. Verás que muchos mensajes, realmente no son urgentes y pueden esperar a la mañana.
No lo invites a tus reuniones
Si tienes una comida, una reunión o un evento social, déjalo en tu bolso o tu bolsillo. No arruines la vida social, y procura estar pendiente de las personas, no del teléfono
No exijas velocidad
No porque tú contestes los mails enseguida debes esperar lo mismo del resto. Muchos jefes creen que las personas están disponibles las 24 hrs del día, incluso los fines de semana.
¿Lo necesitas?
Reconócelo, muchos usuarios compran el teléfono porque está de moda, y a veces ni siquiera aprenden a usar todas sus funciones. Antes de comprar, uno, respóndete sinceramente: ¿Realmente lo necesito?