En la evaluación de plantas endémicas de México, investigadores de UANL encontraron que el extracto del arbusto presenta una actividad considerable contra el agente que causa la enfermedad.
Un estudio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) con plantas del noreste de México puede ser la clave para aliviar la tuberculosis.
El equipo de investigadores de la UANL, encabezado por la doctora María del Rayo Camacho Corona, examinó nueve plantas de la región para analizar sus compuestos y usarlos como solución para erradicar esta enfermedad respiratoria, la cual provoca anualmente alrededor de 15 mil nuevos casos y cerca de dos mil defunciones en el país, de acuerdo a cifras oficiales.
La investigación “Derivados del ácido meso dihidroguaiarético. Entidades moleculares con uso potencial para el tratamiento de la tuberculosis” es producto de una tesis de maestría desarrollada por la estudiante Karen Yuhaina Reyes Melo.
“En la evaluación de estas plantas endémicas de México, encontramos que el extracto de la Larrea tridentata (planta gobernadora) presentaba una actividad considerable contra la mycobacterium tuberculosis, que es el agente que causa la enfermedad. Y luego nos dedicamos a aislar los principios activos de esta planta y hallamos que el más activo es el meso dihidroguaiarético”, detalló Reyes Melo.
La tuberculosis multifarmacorresistente se produce cuando la bacteria crea una resistencia en el organismo del paciente y hay que usar fármacos de segunda línea.
“Actualmente, no existe un fármaco que sea completamente eficaz para el tratamiento de la tuberculosis multifarmacorresistente. Los fármacos de segunda línea que
se usan para combatirla son costosos y tóxicos, por lo que se están buscando nuevas alternativas para tratar esta infección respiratoria y especialmente la de este tipo, que no tiene cura”, explicó la investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL.
El estudio contribuyó al diseño de 33 nuevas moléculas a partir de un nuevo producto natural. Dos de las moléculas sintetizadas presentaron actividad antituberculosa considerable y, una de ellas, comparable al estándar positivo etambutol; por lo que tienen el potencial de desarrollarse como nuevos agentes antituberculosos, contribuyendo a la solución del problema de la enfermedad multifarmacorresistente a nivel regional, nacional y mundial.
Estas nuevas entidades moleculares tienen estructuras químicas diferentes a los fármacos antituberculosos existentes, por lo que es muy probable que tengan un mecanismo de acción diferente a los medicamentos actualmente.