El largo aislamiento en casa por la contingencia del Covid 19 genera ansiedad que desencadena conflictos en las relaciones de pareja y familiares, advierte el psicólogo Ernesto González Covarrubias. Es normal, pese a todo.
Lo importante, dice el especialista, es canalizarlas adecuadamente para sanear nuestro cuerpo, nuestra mente y emociones.
El aislamiento obliga a desarrollar nuevas rutinas para descubrir aptitudes personales de cada uno, para no generar rompimientos definitivos. Tras convivir permanentemente por un mes, sin salir de casa, es obvio que hay reacciones.
“Es bastante evidente que ya hay reacciones, y con esa aparente desesperación de estar en aislamiento es algo esperado, es una presión que ya mucha gente esta sintiendo”.
Hay rupturas, enojos, manía que antes no se manifestaban, iras, ansiedad, una serie de síntomas que son frecuentes, y naturales, en este manejo de aislamiento.
Esto debe servir para asimilar qué todo ha cambiado, pensar qué está pasando realmente con nuestras vidas y el entorno donde nos hemos desarrollado. No todo es malo.
“Estamos recuperando cosas que dejamos de hacer, descubrimos aptitudes y habilidades que a veces no sabíamos teníamos, y que ahora es un buen momento para recrearlas”.
Lo que vivimos es una especie de shock, donde surgen situaciones y sentimientos guardadas por mucho tiempo.
Es tiempo, dijo el psicólogo González Covarrubias de recuperar la creatividad y espontaneidad que hemos olvidado como sociedad, y de esa manera sanar nuestro cuerpo en lo físico, mental y emocional.
“Son conceptos que deben estar unidos, no podemos dedicarnos a un solo aspecto, somos un conjunto físico, mental y emocional, y debemos tener todo equilibrado”.
Gritar, saltar sin motivo, andar de un lado a otro son señales de esa ansiedad, que se puede mitigar jugando, para recuperar el lado natural, espontáneo y creativo.