Cuidar la figura y retrasar los estragos del tiempo son el deseo de cualquiera, pero mantener el cuerpo y rostro perfectos puede representar un riesgo mayor como cualquier otra intervención quirúrgica. Secuencia Salud te presenta las 5 cirugías estéticas más peligrosas.
Cirugía postbariátrica
Esta intervención consiste en retirar el exceso de piel y tejido celular de las personas que han perdido más de 40 kilos, y la piel cuelga de su cuerpo, por lo que mejora tanto la estética como la calidad de vida del paciente. Usualmente se aplica en abdomen, pecho, muslos y brazo y en menor cantidad en espalda. Sin embargo los riesgos son diversos, pues al eliminar el tejido sobrante también el cuerpo pierde sangre al grado de requerir transfusión sanguínea.
Vaginoplastia
Muchas mujeres buscan rejuvenecer su rostro, otras, de unos años a la fecha, deciden rejuvenecer su vagina. Algunas lo hacen para volver a una anatomía similar a la de su juventud antes del nacimiento de hijos y el paso del tiempo, y otras deciden hacerlo para tener una vagina más estética. Lo cierto es que esta cirugía, cada vez más común, puede traer consecuencias, pues si los nervios de la zona vaginal se dañan pueden aumentar los problemas sexuales, aunado a que si la mujer da a luz en un futuro, puede haber complicaciones en el parto, como fuertes hemorragias o desgarros.
Reducción de senos
Si bien muchas mujeres deciden acudir a una cirugía para aumento de busto, muchas otras por motivos de salud deciden disminuir el tamaño de sus senos, desconociendo que es una de las intervenciones de mayor riesgo. Las consecuencias son diversas, desde la imposibilidad de lactar en un embarazo, pasando por el riesgo de que el tejido del pezón y de la areola sufran una necrosis, teniendo que un nuevo pezón con piel de otras partes del cuerpo; hasta infecciones, peligros por el uso de anestesia general, y la posible aparición de hematomas y cicatrices queloides, así como otras lesiones en la piel.
Aumento de busto
Si bien los riesgos del aumento de talla en los pechos puede traer hematomas como en cualquier otra cirugía, hay riesgos distintos al de la reducción de busto. Entre ellos se encuentran la aparición de seromas, que son una acumulación de fluido que se genera alrededor de las prótesis, y que en ocasiones es necesario drenar si no se absorbe por sí solo. Otro de los riesgos de esta operación es que la paciente puede sufrir una contractura capsular, que consiste en que el tejido que se forma alrededor de la prótesis, se puede encoger y endurecer, como parte de la adaptación del implante al pecho. Si esto ocurre, los dolores que se sienten son bastante fuertes, y el aspecto que se le queda a los senos es poco natural.
Aumento de glúteos
Pero levantar un poquito la parte trasera del cuerpo y ganar algo de volumen en la zona, evidentemente, conlleva una serie de riesgos para la salud. Y es que, como consecuencia de esta intervención se pueden sufrir infecciones, deformidades en la zona, aparición de úlceras, e incluso parálisis. Por otro lado, si no se acude a un especialista correctamente cualificado para esta operación, también se corre el riesgo de que se utilicen sustancias prohibidas o no recomendadas para los implantes