El Alzheimer es algo más que la pérdida de la memoria, pues éste es realmente el efecto más conocido, pero no el único.
Lo importante en todo caso, es conocer los síntomas que podría indicarnos que una persona está contrayendo la enfermedad, lo que permitiría tratarla a tiempo y buscar detener el deterioro cognitivo.
En los últimos años, los investigadores médicos han logrado desarrollar una lista que permite comprobar cómo detectar algunas posibles situaciones de riesgo, y ya no se centran sólo en los signos de pérdida de memoria, sino en el deterioro conductual leve. Es decir, en algunos cambios de conducta de la persona, que podrían indicar la presencia del Alzheimer.
Las actitudes son las siguientes:
Falta de motivación: La persona cae en apatía y falta de interés en cosas que antes disfrutaba.
Síntomas emocionales, como depresión fácil, ansiedad y irritabilidad constante.
Problemas sociales. Si una persona deja de ser comunicativo o rehuye el contacto social, o carece de empatía por los demás, podría ser candidato.
Control de los impulsos: Agitación, obsesiones o nuevos hábitos -como hacer apuestas- son algunas conductas se podría manifestar el problema.
Distinto contenido del pensamiento: Si de pronto tiene ideas disparatadas o alucinaciones, se debe atender.
Estos síntomas no son exclusivos del Alzheimer, pero si varios de ellos persisten por más de seis meses, es mejor consultar con un médico sobre la posibilidad de que se este presentando esta enfermedad.