La sequedad y la atrofia vaginal se presentan con mayor frecuencia en las mujeres que ya pasaron por la menopausia natural, que tuvieron menopausia precoz debido a cirugía o a ciertos tipos de tratamientos oncológicos e incluso en otras situaciones como puerperio, la lactancia y el uso de ciertos anticonceptivos.
Como parte de la conmemoración del Día Internacional del Orgasmo Femenino, especialistas advierten que la sequedad y/o atrofia vaginal es el principal problema para el placer sexual.
La Dra. Eréndira Kunhardt Urquiza, Gineco – obstetra, con subespecialidad en urología ginecológica, explica que la sequedad y/o atrofia vaginal se presenta principalmente con la disminución de estrógenos y con ello, la baja en la humedad vaginal, en la producción de colágeno y fibroblastos que proporcionan la tensión que la vagina necesita.
Los síntomas más comunes que llegan a presentar son: sensación de sequedad, ardor y comezón en el área vulvar y la vagina; aumento de la frecuencia urinaria, en ocasiones con ardor al orinar y sensación de que la vejiga no se vacía completamente; molestia en las relaciones sexuales que puede ser dolor en la penetración o dolor profundo durante el coito.
Asegura que el 65% de mujeres que manifiesta los síntomas no acuden con el especialista porque tienden a aguantarse y creer que es normal y aunque toda mujer en alguna etapa de la vida va a presentar sequedad y/o atrofia vaginal, sobre todo al llegar a la menopausia, deben atenderse porque este problema es evolutivo y progresivo, pero tratable.
De acuerdo con el Dr. Julio Morfín Martín, Gineco – obstetra, con subespecialidad en urología ginecológica, la sequedad y/o atrofia vaginal también se puede presentar después del parto, durante la lactancia, por el uso de algunos métodos anticonceptivos hormonales, así como en mujeres que han recibido tratamiento para cáncer, sobre todo para cáncer de mama o genital.
Añade que las molestias se van a incrementar en el área vulvar y vaginal con sequedad, la vagina perderá elasticidad y humedad haciéndose cada vez más corta y estrecha, generando molestias en las relaciones sexuales, pudiendo llegar a presentarse sangrado.
“Es importante señalar que estás molestias se presentan en mujeres con y sin relaciones sexuales e interfieren en varias situaciones de su vida cotidiana, como al estar sentadas mucho tiempo, hacer ejercicio, etcétera, o por aumento de la frecuencia urinaria, incluso en las noches”, apunto el experto.
Por su parte la Dra. Kunhardt asegura que las mujeres, así como se hidratan la piel de forma regular, deben hidratar la vagina, con lo que se pueden evitar los cambios y molestias por sequedad y/o atrofia.
“A partir de los 40 años es aconsejable hidratarnos la vagina para que haya humedad constante, al menos dos veces a la semana en días salteados, como parte de la prevención. Lo ideal es que sea con un hidratante como Gynomunal”, afirmó la especialista.
En cuanto a tratamiento, el Dr. Morfín Martín explica: “si la atrofia vaginal es principalmente por falta de hormonas, se debe atender el problema con sustitución hormonal. Sin embargo, hay algunas mujeres que no pueden usar hormonas, otras, muchas, que no las quieren usar e incluso médicos a quienes no les agrada prescribirlas”.
“En estos casos, contamos con la opción de usar hidratantes vaginales que alivian la mayoría de los síntomas y contribuyen a revertir los cambios provocados por la falta de hormonas y a regenerar la vagina afectada. Se han hecho estudios comparativos en cuanto a diminución de síntomas y los componentes de Gynomunal han resultado tan efectivos como la terapia hormonal”, comentó.
Gynomunal contiene ácido hialurónico, molécula que tiene la capacidad de retener hasta 100 veces su peso en agua, manteniendo hidratados los tejidos, contenido dentro de liposomas que son idénticos a la cobertura de las células del cuerpo, por lo que pueden penetrar para llevar esa hidratación a todo el espesor de la pared vaginal. También tiene vitamina E y Humulus lupulus, ambos con efecto antioxidante que evita el daño de los tejidos por el proceso de oxidación o envejecimiento y ayudan en la regeneración de los mismos, contribuyendo a que la atrofia no siga su curso y evitando los molestos síntomas que ésta provoca, principalmente sequedad, ardor, comezón y molestia en las relaciones sexuales.