¿Cuántas veces no estas comiendo frente a la computadora pensando que terminarás más rápido tu trabajo? Lejos de beneficiarte, esto puede traerte graves problemas.
Cada momento del día debe tener su tiempo y espacio, sin embargo la rutina y la vida cada vez más agitada provoca que los hábitos se modifiquen y uno de ellos es el de la hora de la comida.
En primer lugar el alimento y hora de comida deben disfrutarse, y por ello lo recomendable es salir del lugar de trabajo. Permanecer en tu escritorio, continuando con tus labores lo único que hará es que no disfrutes tus alimentos y te relajes. Sal de tu oficina, si se puede incluso la recomendación es salir de las instalaciones. Esto provocará que disfrutes tus alimentos, te concentres en relajarte y regresar con la energía suficiente para culminar tu turno.
En segundo, tu mente estará ocupada en culminar la tarea que estás desempeñando, al tiempo que está atento a cada bocado, lo que se traduce en una mala alimentación y un trabajo mal realizado.
Las probabilidades de crear problemas de digestión se disparan, pues se piensa en terminar un trabajo al tiempo que se ingieren los alimentos. Obligas a tu organismo a nutrirse en un clima de tensión.
Es antihigiénico. En un momento pruebas bocado y al siguiente tocas el teclado y el mouse de la computadora, la cual es una de las herramientas laborales con mayor cantidad de gérmenes.
Tómate tu tiempo, disfruta de tus comidas y tanto tu alimentación como tu desempeño laboral mejorarán.