- Especialistas practican cesárea y remplazo de aorta a embarazada y a su bebé
- Colaboran cardiólogos, neonatólogos, ginecólogos y obstetras de las UMAE No. 34 y 23 para realizar, en nueve horas, las dos cirugías.
Con una intervención multidisciplinaria, especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo León salvaron dos vidas simultáneamente: la de una mujer de 29 años y de su bebé de 30 semanas de gestación.
La disección (desgarre) y aneurisma (dilatación) de la arteria aorta de Guadalupe Ivón la pusieron en riesgo de muerte súbita, por lo que cardiólogos, neonatólogos, ginecólogos y obstetras colaboraron para realizar, consecutivamente, una cesárea y el remplazo de varios segmentos de la arteria aorta.
Todo comenzó en la semana 25 de gestación. Tras presentar cansancio extremo y falta de aire, la paciente acudió a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Cardiología No. 34, del Centro Médico Nacional del Noreste (CMNN), en Monterrey, donde se le diagnosticó disección aórtica.
El pronóstico no era favorable, pues un alto porcentaje de pacientes con este padecimiento fallece, ya sea por la enfermedad o durante la cirugía. Del mismo modo, de sobrevivir la mamá, el producto, con poco más de seis meses, tenía una probabilidad de vida de entre 10 y 20 por ciento.
Ante esta circunstancia, se tomó la decisión de preservar la condición física de la madre al menos hasta la semana 28, mientras se ganaba tiempo para fortalecer a la bebé en el útero, lo que elevaría su probabilidad de vida hasta 90 por ciento.
Así, durante un mes, cardiólogos de la UMAE No. 34 mantenían en observación y estricto control a Guadalupe Ivon, mientras neonatólogos y ginecólogos de la UMAE Hospital de Gineco-Obstetricia No. 23, también del CMNN, acudían continuamente para supervisar el desarrollo del producto, y la correcta evolución del embarazo.
Finalmente, en la semana 30 el equipo médico multidisciplinario decidió realizar la doble intervención quirúrgica, la cual se llevó a cabo durante nueve horas.
Debido a que la cirugía cardiaca ameritaba anestesia general de mayor afectación para la menor, por su bajo peso y nacimiento prematuro, los ginecobstetras de la UMAE No. 23 realizaron primero la cesárea, con duración de una hora.
Al finalizar, se le practicó a la paciente una ligadura de vasos uterinos, sutura compresiva del útero y se le dio medicamento, todo para reducir el riesgo de sangrado y dejarla en las mejores condiciones para la cirugía cardiovascular, informó el jefe de Tococirugía, doctor Francisco Antonio Aguirre Olvera.
El procedimiento fue exitoso y permitió unos momentos de interacción entre la madre y Emiliana, su recién nacida, quien pasó a una incubadora, fue intubada y trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Ginecología y Obstetricia. A 15 días de su nacimiento, su evolución clínica es favorable.
Mientras eso sucedía, Guadalupe Ivón fue trasladada a una sala distinta en la UMAE No. 34 para su siguiente cirugía: la reconstrucción de su arteria aorta, la más grande del cuerpo y que nace en el corazón.
Durante ocho horas, el cirujano cardiovascular Héctor David Contreras Garza, del Hospital de Cardiología No. 34, junto con un equipo de médicos anestesiólogos, residentes y personal de enfermería, realizaron labores minuciosas y complejas para remplazar varios fragmentos de la arteria dañada.
Se empezó desde la raíz de la aorta, en la parte más cercana al corazón, donde se colocó un injerto tubular (material sintético y textil) y prótesis metálica. También se remplazó la aorta ascendente, el hemiarco aórtico y se realizó un reimplante de coronarias.
Contreras Garza explicó que éste es el más complejo de los procedimientos quirúrgicos cardiacos, por la extensión reparada, la condición de los tejidos y el sitio anatómico en el que se trabaja.
A una semana, la paciente se encuentra estable y con posibilidad de recuperar su vida cotidiana.
“Temía morir y no poder cuidar a mi hijo (mayor) y perder a mi bebé (que llevaba en su vientre). Por eso, al despertar de la cirugía me sentí muy contenta”, compartió Guadalupe Ivón, con voz cortada por el llanto, en su cama de hospital.
Calificó al médico Contreras Garza como una persona muy respetable y profesional: “gracias también a su equipo médico, todos trabajan con amor, son muy humanos, no tengo palabras para agradecerles”.
De esta manera, médicos especialistas de las UMAE Hospital de Cardiología No. 34 y de Hospital de Gineco-Obstetricia No. 23, ambas unidades del CMNN, se coordinaron para el buen manejo de un caso complejo, que concluyó con dos cirugías continuas que salvaron la vida de madre e hija, en una doble historia de éxito escrita en el IMSS Nuevo León.
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