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El cartílago lesionado, inflamado o dañado puede causar síntomas como dolor y limitación del movimiento. También puede conducir a daños articulares y deformidad, según el portal de la Biblioteca de Medicina de EE. UU. Medline Plus.
Pero existe una alterantiva de regenerarlo, en dos alimentos que todos podemos consumir .
La alimentación sana está sumamente relacionada con las articulaciones, los ligamentos y cartílagos, ya que suelen estar desgastadas con el tiempo y que pueden estar repletos de dolor, e incluso dificultar la realización de algunos movimientos.
Hay que decir que los cartílagos, en concreto, son tejidos conectivos elásticos que revisten las articulaciones y les permiten moverse sin problemas. Además, una de las zonas más comprometida suele ser la de las rodillas, ya que estas deben soportar todo el peso del cuerpo, aunque también se resienten los hombros, la cadera, las muñecas o los talones.
Los dos alimentos que se ha comprobado ayudan a los cartílagos son:
– Salmón, atún y sardina: de acuerdo con algunos estudios, se han encontrado que los alimentos ricos en omega-3 pueden ayudar a prevenir la osteoartritis, pero también a desacelerar su progreso si ya se ha diagnosticado. Otros alimentos ricos en omega-3 son las nueces y los frutos secos, además de aceites vegetales como los de linaza, soya y canola.
– La cúrcuma: según expertos de la Universidad de Tasmania, en Australia, la cúrcuma resulta sumamente eficaz para tratar el dolor de rodilla causado por artrosis (enfermedad que lesiona el cartílago articular).
Esta planta tropical tiene flores de color amarillo claro, agrupadas en espigas, fruto en forma de cápsula y raíz parecida a la del jengibre, muy aromática y de sabor amargo
Estos son los ingredientes necesarios para una correcta preparación: 4 tazas de agua, 1 ½ cucharadita de polvo de cúrcuma (también puedes usarla fresca), pimienta negra, 1 limón o lima en rodajas y jengibre.
La preparación de la cúrcuma: poner a hervir el agua, cuando llegue al punto de ebullición agregar la cúrcuma, una pizca de pimienta negra y las rodajas del limón o la lima. Dejar que la mezcla hierva por diez minutos para que se incorporen los ingredientes. Antes de servir, colar el té y, como opción, se puede endulzar con un poco de miel.
