- El Centro Universitario de Medicina Reproductiva está siendo una excelente opción en el estado de Nuevo León, ya que cuenta con adelantos tecnológicos a precios accesibles para quienes desean tener un hijo.
- Un fenómeno que se da en la actualidad es el de que las parejas optan por retrasar el convertirse en padres hasta una edad en que la naturaleza por sí misma tiene dificultades.
“El 15 por ciento de las parejas en edad fértil tienen dificultades para procrear, pero en este tema, el principal problema es que las mujeres en general, han postergado su deseo de embarazarse hasta después de los 37 años, cuando la naturaleza no lo facilita. Afortunadamente existen soluciones en uno u otro caso, pues mediante la fertilización in vitro se puede ayudar a parejas en edad reproductiva que no logran ser padres por medios naturales, y a través de la preservación de óvulos se puede retrasar la maternidad para las mujeres que desean esperar”, aseguró el doctor Otto H. Valdés Martínez, investigador del Centro Universitario de Medicina Reproductiva de la UANL en Monterrey, Nuevo León.
Desde 1980, el Centro Universitario de Medicina Reproductiva de la UANL, ha atendido casos de fertilidad asistida, primero como clínica especializada, y desde el 2000, como instituto de alta investigación en este ramo de la medicina, con 300 casos atendidos por año en promedio, de los cuales, cuentan con una tasa de éxito de entre el 40% y 50%, lo que habla de una alta efectividad.
“Nosotros somos un centro multidisciplinario que cuenta con las diferentes especialidades que se requieren en el tema de la infertilidad. Para ayudar a las parejas contamos con endocrinólogos, nutriólogos, psicólogos, bariatras y genetistas. Los genetistas son especialmente importantes para los casos de parejas que vienen de familias con una carga importante de enfermedades hereditarias, y no quieren heredar ciertas enfermedades a sus hijos, es ahí cuando dichos especialistas aplican las tecnologías adecuadas, para buscar un embrión sano sin esta carga genética”, complementa el Dr. Felipe Arturo Morales, coordinador de CeUMeR y subdirector de postgrado del Hospital Universitario.
Además del trabajo de tres investigadores nacionales certificados, el Centro Universitario de Medicina Reproductiva cuenta con especialistas con doctorados y maestrías en instituciones educativas en el extranjero, lo que nos asegura una mayor asertividad y calidad en los tratamientos que ofrece esta clínica que es de las más reconocidas a nivel nacional.
“Para conseguir el éxito en los problemas de fertilidad en la clínica no sólo contamos con tecnología de punta, sino también con un manejo asertivo y cuidadoso en el tema de la honestidad, ya que es muy importante que los especialistas tomemos en cuenta que no podemos jugar con las ilusiones y expectativas de las parejas no sólo porque el tema es muy importante para ellos sino, porque son tratamientos costosos”, puntualizó el experto.
El crecimiento de este Centro, ha sido con la finalidad de estar al alcance de un mayor sector de la población, a quienes están atendiendo de manera integral hasta lograr llevar un bebé a casa, con costos debajo del 40% de otras clínicas en Nuevo León y un 70% en CDMX.
“Actualmente el 15% de las parejas tienen problemas de infertilidad, como consecuencia de postergar la maternidad, en lugar de querer embarazarse a los 30 años, hoy se empiezan a querer embarazar desde los 37 y aquí es donde empiezan mayores dificultades. No todos son casos complejos, pues muchas veces basta con arreglar los niveles hormonales de la mujer o un tratamiento de inducción de ovulación programada, pero en otros casos se requiere una fecundación in vitro, donde se extraen óvulos para luego implantarlos una vez inseminados”, aclara el doctor Valdés Martínez
Preservando la Fertilidad a pesar del Cáncer
Esta técnica ha ayudado embarazar a mujeres mayores de 35 años que postergan la maternidad por razones personales, y a aquellos que requieren preservar su fertilidad al enfrentar tratamientos invasivos como las quimioterapias para el cáncer.
Las quimioterapias, por ejemplo, destruyen células malignas, pero también las sanas y afectan la capacidad reproductiva de la mujer, por eso es importante conservar los óvulos sanos mediante un proceso de congelamiento para luego implantarlos cuando la persona recupere su salud, pero quizá no la capacidad reproductiva.
“El tratamiento empieza con la menstruación, que siempre es el punto de partida para decir que estamos en cero, y empezando un ciclo hormonal. Al tercer día hacemos una ecografía para confirmar que todo esté correcto, vemos que útero y ovarios estén en un estado correcto, y empezamos a darle tratamiento.
En el Centro Universitario de Medicina Reproductiva todo tratamiento es individualizado, se da el medicamento adecuado para cada paciente, a fin de generar el crecimiento folicular, hasta tener más de 10 óvulos, en promedio 15, y a los seis o siete días, se hace otro estudio de control para determinar que hay crecimiento adecuado, se revisa cada 48 horas hasta que los folículos tienen entre 18 a 20 milímetros. Es hasta los 12 días, aproximadamente cuando se puede extraer el óvulo, limpiarlo en laboratorio y se puede congelar, para utilizarlo cuando la paciente desea embarazarse”, concluyó el doctor Valdés Martínez.
El Centro Universitario de Medicina Reproductiva de la UANL, continuará abriendo camino a nivel Nacional en la salud reproductiva, para asegurar embarazos exitosos y bebés sanos.