Algo que poco se sabe del cáncer de mama es que los bultos en los pechos que dan la señal de alarma podrían haber estado creciendo silenciosamente durante los últimos diez años.
Generalmente esta enfermedad comienza como un tumor maligno en las células de los senos y se esparce gradualmente a otras partes del cuerpo. El tumor crece tan lento, que la primera bolita puede sentirse una década después de haberse formado.
Por eso la importancia de realizarse revisiones de mamografía frecuente, que permitan detectar el cáncer de mama en una etapa temprana. Hay que reconocer, sin embargo, que no todos los cánceres de seno avisan su presencia con este método.
La señal más común es el bulto en el seno, y una mamografía puede hallarlo antes de que se perciba por la revisión táctil. Un bulto pequeño y duro en el área de las axilas también pueden ser cancer.
No está de más que conozcamos otros síntomas previos de esta enfermedad, por si acaso.
– Hinchazón, calor o zonas rojas u oscurecidas en los senos.
– Comezón constante en el seno o pezón
– Cambios en la forma o tamaño del seno.
– Hoyuelos o arrugas en la piel.
– Dolor persistente en un punto especifico del seno.
– Secreción del pezón, especialmente sin apretarlo.
– Ulceras, costras o escamas en el pezón.
Los síntomas tardíos pueden incluir dolor de huesos, nausea, pérdida de peso, dolor de cabeza, visión doble, debilidad muscular y pérdida de apetito.