Secuencia Salud Bienestar, vida y prevención
- La Institución es pionera en investigación médica en Israel y cuenta con el único hospital fortificado subterráneo del mundo, habilitado ya para el caso de un ataque de Hamas.
Rafi Beyar, Director del Campus y presidente de International Friends Associations.
A primera vista es un enorme estacionamiento subterráneo, pero en cuestión de horas, todo ese espacio se convierte en un fortificado hospital bajo tierra, capaz de albergar 2 mil camas y con todo lo necesario para atender emergencias médicas, incluso las más graves.
El hospital se encuentra en la ciudad isreaelita de Haifa, y forma parte del campus del Rambam Healt Care, institución que busca integrar a varias universidades regiomontanas en proyectos de Investigación.
El profesor Rafi Beyar, Director del Campus, explicó que tienen interés en trabajar con los mexicanos.
Respecto al hospital, el directivo explicó que está dividido en tres niveles, tiene capacidad para albergar a un máximo de 2 mil camas, y funciona en forma independiente en términos de suministro de electricidad, agua y oxígeno.
El objetivo es reducir el tiempo de activación ante un eventual ataque del grupo Hamas a la ciudad de Haifa.
Se habilitó como hospital subterráneo en el 2010, luego de la Guerra contra el Líbano, y lo convirtieron en un bunker para proteger a los heridos y enfermos de un ataque de misiles. Cuenta con tecnología de punta y personal altamente calificado para todo tipo de emergencias: politraumatismos, heridas y fracturas expuestas por balas, amputaciones y estallamiento de vísceras.
En tiempos de paz es un hospital convencional en el edificio sobre tierra, con capacidad para atender mil 400 camas, pero rápidamente se puede habilitar en tres pisos subterráneos, cada uno de los cuales ocupa una superficie de 20 mil metros cuadrados, con capacidad para albergar 2 mil camas.
Rafi Beyar señaló que el Rambam Health Care, en su Centro de Enseñanza de Trauma, Emergencia y
Víctimas Masivas ha impartido programas de formación a más de tres mil profesionales médicos de 61 naciones; preparándolos para implementar sistemas similares en sus países de origen, y es parte de lo que trabajarían con las universidad mexicanas.
