- Pasar un mes sin alcohol puede ayudarte a romper malos hábitos, y quizá valga la pena intentarlo.
Champán, ponche de huevo, vino caliente: para muchos, la temporada de fiestas es un momento de celebración que, por lo general, implica grandes cantidades de alcohol. Por tanto, no es de extrañar que en años recientes aproximadamente entre 15 y 19 por ciento de los adultos en Estados Unidos se hayan comprometido a participar en el enero seco o abstemio, conocido en inglés como Dry January, o Drynuary, en un esfuerzo por expiar sus decisiones de diciembre y, con suerte, mejorar un poco el estado de su hígado.
Se ha investigado poco sobre lo que puede hacer por tu salud pasar un mes sin consumir alcohol. Y los beneficios dependerán de cuánto y con qué frecuencia bebías antes, dijo Danielle Dick, profesora y directora del Centro de Investigación sobre Adicciones de Rutgers.
Pero, agregó Dick, sabemos que el alcohol tiene numerosos y variados efectos en el cuerpo, “así que, presumiblemente verás mejoras en muchas áreas independientemente de cuánto bebas”.
Si eres un bebedor habitual, cambiar tus hábitos de forma repentina puede hacerte sentir peor al principio, no mejor, dijo Sara Jo Nixon, neurocientífica cognitiva y directora del Centro de Investigación y Educación en Adicciones de la Universidad de Florida.
“Te sientes irritable, un poco deprimido”, dijo Nixon. Eso se debe en parte a que el alcohol disminuye los niveles de hormonas del estrés, lo que te hace sentir tranquilo mientras bebes, pero después de parar, las hormonas repuntan y aumentan a niveles más altos que antes.
Si experimentas algún síntoma de abstinencia de alcohol, especialmente alguno grave como confusión, alucinaciones, fiebre o convulsiones, es importante que consultes con un médico, dijo Duncan Clark, psiquiatra que estudia el consumo de sustancias en la Universidad de Pittsburgh.
Las personas que consumen alcohol en exceso a diario o casi a diario —es decir, hombres que beben cinco o más copas, o mujeres que beben cuatro o más copas en aproximadamente dos horas— no deberían dejar de beber de golpe sin antes discutirlo con un médico, dijo Clark.
El alcohol deshidrata, por lo que evitarlo también puede reducir los dolores de cabeza y la fatiga y mejorar la apariencia de tu piel, dijo Aitzaz Munir, psiquiatra de adicciones en la Escuela de Medicina de Rutgers en Nueva Jersey.
Cuanto más bebas, es más probable que tu función sexual se vea afectada. Al eliminar el alcohol, tu vida sexual también podría mejorar, agregó Clark.
Tu corazón y tu hígado te lo agradecerán
Los estudios dan a entender que el consumo moderado a excesivo de alcohol aumenta la presión arterial y puede causar daño en los vasos sanguíneos y ritmos cardíacos anormales, dijo Clark. El alcohol también incrementa en la sangre los niveles de partículas potencialmente dañinas llamadas radicales libres, que pueden aumentar el colesterol LDL, o “colesterol malo”, añadió Munir.
El consumo excesivo en poco tiempo también puede dañar el hígado, lo que aumenta el riesgo de enfermedades hepáticas, por lo que un descanso puede ayudarlo a sanar.
“Una vez que una persona deja de beber, las enzimas hepáticas comienzan a disminuir y dentro de uno o dos meses vuelven a sus niveles normales si no hay demasiado daño”, dijo Munir.
Beneficios más allá de un mes sobrio
En cuanto a si estos beneficios persistirán si vuelves a beber en febrero, todo depende.
Si empiezas a beber la misma cantidad que antes, es poco probable que experimentes beneficios para la salud a largo plazo, dijo Clark.
Pero tu mes de abstinencia probablemente disminuirá tu tolerancia, por lo que no necesitarás beber tanto para sentirte como antes de que dejaras de hacerlo, agregó Clark.
El mes sin alcohol también ayuda a romper los hábitos de bebida arraigados, como tomar una copa de vino todos los días después del trabajo.
Un estudio publicado en 2016 descubrió que incluso seis meses después, en promedio, las personas en el Reino Unido que habían dejado de beber en enero bebían alcohol un día menos por semana y consumían casi una bebida menos cada día que bebían, en comparación con su consumo de alcohol antes del mes de sobriedad.
En otras palabras, más allá de los beneficios inmediatos para la salud, pasar un mes sin beber puede ayudarte a romper malos hábitos, reflexionar sobre el papel que el alcohol juega en tu vida y darte la oportunidad de tomar decisiones más saludables mucho después de que termine ese mes.