Los cuentos para dormir a los niños son una rutina que ayuda a conciliar el sueño y tiene múltiples beneficios tanto para los padres como para los niños.
Desde el blog de la editorial Andana señalan los beneficios que tiene leer el cuento de buenas noches tanto para los niños como para sus padres. En los más pequeños este hábito:
Potencia el gusto por la lectura: Si desde muy pequeños les leemos cuentos antes de ir a dormir estamos regando cada día la semilla del amor por la lectura. Si ahora disfrutan de la literatura con los padres cuando crezcan lo harán ellos mismos por sí solos.
Ayuda a conciliar y tener dulces sueños: Para conciliar el sueño nos ayudará un ambiente relajado y tranquilo. Pero también la compañía de papa y/o mamá al lado narrando un cuento infantil en un tono suave y dulce. Así el sueño será también reparador y tranquilo, sin ninguna pesadilla.
Alimenta su imaginación: Con los cuentos infantiles estamos ayudando a nuestros hijos/as a estimular su imaginación y su capacidad de crear. Un elemento fundamental para el buen desarrollo de cualquier niño/a.
Mejora su capacidad de atención: Al leer un cuento para ir a dormir es importante que el niño/a lo escuche con atención para seguir el hilo narrativo. A medida que se van haciendo mayores y aprenden a leer, su capacidad de atención irá creciendo con ellos.
Incrementa su vocabulario: La lectura es una fuente de vocabulario y conocimiento infinito. Con cada cuento el niño/a puede aprender nuevas palabras, incluso en idiomas distintos.
Los padres y las madres salen también beneficiados. ”Con el cuento para ir a dormir creamos un momento de intimidad y encuentro único. Un espacio perfecto para contarnos pequeñas confidencias y hablar con sinceridad de nuestros sentimientos, miedos e ilusiones”.
Además, crea un momento único para transmitir aprendizajes y valores, mejora nuestra capacidad de narración oral, sale a flote nuestro niño interior y nos ayuda a encontrar un momento de relajación: A los adultos nos cuesta cada vez más encontrar momentos tranquilos y de relax a lo largo del día.
No los castigue sin cuento
Por todas estas razones, los expertos recomiendan que en ningún caso hay que castigar a los niños sin el cuento de antes de irse a dormir. Un artículo publicado en el blog “Mamas & Papas” señala que cuando llega el final del día en muchas ocasiones se sacrifica este momento porque los padres están cansados y los niños tardan en conciliar el sueño. Entonces, como solución se recurre al castigo: “Hoy no hay cuento” pero esta forma de proceder no tienen ningún sentido pues no conlleva ninguna enseñanza.“No tiene relación la acción con la consecuencia”, afirma Arantxa Arroyo, maestra de disciplina positiva en el mismo artículo.
Este acto ceremonial tiene algo de ritual ancestral “de cuando se contaban historias alrededor de una hoguera y todos escuchaban con atención”, apunta Arroyo. “Castigar sin cuento es quitar una oportunidad de sanar las desconexiones que se han podido dar durante el día. De reencontrarse en un ambiente seguro”, añade la docente.
Por otra parte, la neuropediatra María Jose Mas, autora del libro “El cerebro en su laberinto: los trastornos del neurodesarrollo” sostiene que un cuento antes de ir a dormir es parte fundamental del crecimiento de los menores: “Que un adulto le lea a un niño que todavía no sabe leer por la noche, o en cualquier momento le ayuda a tener mejor desempeño escolar y a adquirir mejor vocabulario y uso del lenguaje”.
En el mismo sentido, investigaciones estadounidenses como la “Relación entre la edad de inicio y la frecuencia de la lectura y el desarrollo temprano del lenguaje y la alfabetización en bebés y niños pequeños” demuestran que cuanto más se les lee cuentos a los niños menores de un año, mejores son sus habilidades lingüísticas y de alfabetización.
Otros expertos como el escritor Pep Bruno autor del libro “Contar”señalan las ventajas de los cuentos en contraposición al uso de pantallas: “Mientras que la ficción de las pantallas coloniza y acota la ficción del cuento hace que los niños amplíen su imaginación”.
Cómo hacer las cosas bien
La maestra de disciplina positiva Arantxa Arroyo recapitula y recomienda qué puede hacerse para evitar llegar cansados al último momento del día y no tener que privar a los niños del cuento de buenas noches:
Si es un problema que se enquista, hay que evaluar qué está pasando a nivel estructural”, incide. Puede, según explica, que antes de irse a la cama haya una hiperestimulación, lo que se arregla bajando las luces o los sonidos, o que haya habido un cambio en los horarios, pero lo importante, “es verbalizar el problema, escuchar al niño y hacerlo de otra manera diferente para que no acabe como un conflicto diario”.
Por su parte, la neuropediatra María José Mas añade que es esencial establecer una rutina clara de sueño y que si los padres y madres ven que el menor se va a enfadar, intentar distraerlo porque lo peor es acostarse enfadado.
En cualquier caso ,el cuento no es algo que hay que utilizar como premio o castigo. Como afirma Pep Bruno “cuando un adulto le lee un cuento a un niño se comparte un momento mágico: ambos están jugando a imaginar y esa es la mejor forma de que un niño entre en el mundo de los sueños, porque notan a sus padres presentes, acompañándoles y formando parte de ese viaje”.