3 de cada 4 nuevas infecciones vienen de los animales.
Ellos pueden ser el mejor amigo del hombre y ser parte de la familia. Juegan, pasean, comen y hasta duermen con nosotros, pero más allá de una amistad, si no se tienen los cuidados necesarios, las mascotas pueden traer graves repercusiones a tu cuerpo. Secuencia Salud te enumera cinco enfermedades que provienen de los compañeros del hombre.
TOXOPLASMA
Es la razón para mantener alejados a los gatos de las mujeres embarazadas, ya que el parásito Toxoplasma gondii, accede la barrera placentaria y afecta al feto. Si bien esto afecta en casos sumamente extraños, puede repercutir en malformaciones del feto o incluso provocar el aborto. Los síntomas más comunes son la inflamación de los ganglios linfáticos de cabeza y cuello, fiebre y dolores de cabeza, garganta y músculos. La mejor medida contra el contagio es la prevención. La persona encargada de limpiar el arenero del gato ha de enfundarse previamente unos guantes, a ser posible, desechables, y un constante lavado de manos.
QUISTES
En sitios con poca higiene los quistes aparecen y es difícil erradicarlos, pues el sitio es caldo de cultivo de la giardiasis. La enfermedad se manifiesta en quistes, y tiene su origen en un protozoo microscópico llamado Giardia duodenalis. Este se propaga entre mascotas, de estas a humanos y entre humanos por contacto con las heces. Se considera también como una enfermedad de transmisión sexual (ETS), ya que en algunos países es frecuente adquirirla a través de relaciones anales sin protección.
CAMPYLOBACTER
Es la zoonosis doméstica más común en toda Europa. La causa es el contacto directo con las heces de las aves de corral, especialmente, y de perros, gatos, roedores, conejos, reptiles y anfibios. Aparece por no limpiar las jaulas con guantes o por no lavarse las manos después de manipular excrementos de animales infectados. Las aves de corral pueden convivir toda la vida con este microbio sin enfermar. Se recomienda no utilizar nunca el cuchillo con el que se ha troceado un pollo crudo para manipular otros alimentos, porque puede contaminarlos si antes no se lava. Lo primero que notan los infectados es fiebre, y después dolor abdominal, calambres y diarrea. Este último síntoma dura entre 48 y 72 horas, y el resto remite a los siete o diez días.
TENIA DEL PERRO
El Echinococcus granulosus, o la “Tenia de Perro”, es un platelminto parásito que se aloja en el intestino delgado del can adulto y que pasa al ser humano para causar una hidatidosis o quiste hidatídico. Desparasitar al animal cada 45 días y evitar que consuma vísceras crudas son las mejores maneras de prevenir esta zoonosis, que afecta particularmente a personas con problemas inmunológicos, a mujeres embarazadas y a los jóvenes que entran en contacto con las heces del animal infectado. Las consecuencias del contagio pueden ser graves y se manifiestan en la aparición de quistes de gran tamaño en el hígado y el pulmón que solo pueden ser suprimidos con cirugía.
SARNA
Es tan común que se presentan 300 millones de casos de sarna al año en humanos. Se encuentra en todas las latitudes y no entiende de sexo, raza o edad. Afecta a todos. Algunos ácaros responsables de distintos tipos de sarna prefieren el cuerpo de los animales y no saltan a los humanos, pero los hay que sí, como el Sarcoptes scabiei. La infestación que provocan estos arácnidos es leve, caso de la desatada por los perros y por una mascota poco habitual pero muy vulnerable a estos microorganismos: los erizos. En ambos casos, el picor se limita a la zona de contacto y se cura sin tratamiento específico. Aun así, se recomienda usar guantes para tratar al animal y, en el caso del perro, evitar que comparta con las personas el sillón o la cama. La que más quebraderos de cabeza da es, precisamente, un tipo de sarna, la escabiosis, que provoca el citado Sarcoptes scabiei. Se transmite entre personas y es fácil que se instale en toallas o sábanas, por lo que hay que lavarlas a alta temperatura para que muera. Es muy resistente y reaparece con facilidad.