Come rico y sano en el trabajo

Comer saludable fuera de casa es toda una  complicación, porque todo lo que hallamos es muy rico, y poco saludable.
Y como no siempre hay tiempo para preparar comida sana para llevar a la oficina o al trabajo, las cosas se complican.

Pero no siempre debe ser así. Los nutriólogos nos dan algunos tips para comer bien, sano y sabroso.

Lleva tu comida

No tienes que ser un chef para preparar tu comida. Compra las cosas por semana, y  cada noche prepárala de manera equilibrada. Recuerda que puedes incluir carne, pollo, pavo, jamón, pescado, huevos, queso bajo en grasa, un yogur desnatado y frutos secos. Y no olvides un poco de ensalada, que puede ser lechuga con uno o dos agregados, como pepino, tomate, aguacate.

Incluye proteínas y fibra

Cuidar la figura es  posible en la oficina, sin pasar hambre, como sucede con muchas mujeres. Incluye algunas proteínas en forma de frutos secos, por ejemplo, y fibras, que vienen disfrazadas de frutas como la manzana. Un tentenpié con ellas, te ayudarán a controlar el apetito, y evitarán que comas golosinas.

Haz cambios. Prueba algo nuevo  cada semana

Cuando hagas tus compras semanales, cambia la lista e incluye nuevos alimentos. Cada semana cambia una fruta, para que no te aburras.

Agua, siempre agua

La buena alimentación incluye beber suficiente agua para que el cuerpo se sienta hidratado. Algunas personas no toman agua, pero el cuerpo la busca en los jugos, el café o cualquier bebida. Pero siempre será mejor el agua pura, y por lo menos unos ocho vasos al día.

Invita a tus compañeros

No tienes que ir contra el mundo. Invita a tus compañeros a promover hábitos alimentarios saludables en el ambiente laboral. En equipo es más fácil, así que hasta puedes sugerir que incluyan una oferta más amplia de alimentos saludables en la cafetería o en las máquinas expendedoras.