La mayor parte de las personas que hacen ejercicio no buscan convertirse en atletas de alto rendimiento, sino bajar de peso.
Como la dieta no siempre se cumple al pie de la letra, optan por las rutinas de ejercicio como buena alternativa para “bajar esas libritas de más”.
Aunque a veces, no funciona, y por más que te esfuerzas, la báscula sigue inmutable. Quizá cometes alguno de los errores que te señalamos a continuación.
Baja intensidad en los ejercicios. No bajarás de peso si no haces una rutina que exija a tu cuerpo. Puedes caminar para bajar de peso, pero si quieres ver resultados pronto, debes intensificar la rutina, hacer más esfuerzo y sudar más.
Alimentación. Si haces ejercicio, pero sigues comiendo grandes cantidades de grasa o carbohidratos, nunca bajarás. Es mejor darle al cuerpo proteínas en lugar de carbohidratos.
Siempre lo mismo. Si realizas los mismos tipos de ejercicio, entrarás en una zona de confort que de anda servirá. Lo mejor es renovar permanentemente esas rutinas entre aeróbicos (ejercicios basados en resistencia) y anaeróbicos (ejercicios basados en fuerza).
Demasiado descanso. Entre cada ejercicio es conveniente darle tiempo al organismo para que se oxígene, pero no caigas en el reposo absoluto. Si el descanso es excesivo, la disminución de frecuencia cardíaca también lo es y se pierde la fase de entrenamiento lograda.
Como ves, todo es sencillo de resolver. Analiza tu caso, descubre la falla en tu rutina de ejercicios, y mejórala, pero no te rindas: bajar de peso no es nada del otro mundo, sólo es cuestión de constancia y disciplina.