El ejercicio siempre es bueno. Aunque sea una actividad física moderada. Cuida de nuestro cuerpo, lo fortalece y ayuda a que se conserve joven durante más tiempo.
Lo que se ha estudiado poco es que efectos tiene sobre el cerebro, aunque siempre digamos que mente sana en cuerpo sano.
Alivia la depresión
Un cuerpo activo aleja de la depresión y la ansiedad, porque ayuda al cerebro a prodeucir endorfinas, hormonas asociadas con la felicidad. A más ejercicio, más felicidad.
Otros estudios señalan que desarrollar músculo convierte la quinurenina en ácido quinurénico. La primera se acumula en momentos de estrés, y la segunda, es incapaz de llegar al cerebro.
Evita deterioro de la memoria
El ejercicio nos mantiene sanos y nos aleja de enfermedades que traen deterioro físico y mental, como el Alzheimer o la demencia senil. En estos casos, evita el envejecimientto del músculo cerebral, y actua como como elemento preventivo, como tratamiento terapéutico complementario o previniendo las secuelas de la enfermedad en fases avanzadas.
Esto es posible gracias a que durante el ejercicio el flujo de la sangre llega con mayor fuerza al cerebro.
Aleja de las adicciones
Un cuerpo ejercitado ayuda a cerebro a mantenerse apartado de las adicciones. Quienes sufren problemas muchas veces es por no tener habilidades para afrontar la vida. El deporte forja el carácter, anima a superarse constantemente, y eso ayuda a levantarse luego de una derrota.
Además, en el caso de las personas en tratamiento, el deporte es un factor importante para su rehabilitación, porque ayuda a controlar los efectos de la adicción.
Entrena la mente
La oxigenación que da al cuerpo el ejercicio físico también llega al cerebro, que piensa mejor y puede resolver problemas más complejos. Los niños que hacen deporte, tienden a tener mejores resultados en la escuela.
Analgésico
El ejercicio constante reduce la sensibilidad la dolor conforme aumenta la actividad, y actúa como un analgésico natural. Y su efecto sigue después de que termina.