En la vida diaria nos topamos con muchas situaciones que causan estrés. El tráfico en las horas pico, las prisas para alcanzar a hacer todo, el recoger a los niños, pelear con la pareja, estirar el gasto… y una lista que parecer interminable.
Son los riesgos de vivir. Pero no tienes que quedarte con el estrés, porque hay maneras de controlarla, como el ejercicio.
Hacer ejercicio te mantiene en forma, pero no es el único beneficio. También mejora tu capacidad mental, según un estudio de la revista científica International Journal of Sports Medicine.
El ejercicio te ayudará a mejorar tu rendimiento al solucionar problemas, y entonces cuando aparezcan, te preocuparan mejor. Se verá más sencillo de resolver, y eso elimina tu ansiedad.
Al mejorar la función cerebral, te hace más consciente de las cosas, y el cuerpo logra enfrentar los factores de estrés diarios con un comportamiento relajado y estoico.
El beneficio permanece
Aunque dejes de entrenar, los beneficios de un ejercicio moderado te ayudarán a lidiar con el estrés y la ansiedad, durante un buen tiempo, porque el ejercicio aparentemente amortigua los efectos de las crisis emocionales. El ejercicio reduce tu ansiedad, y te da capacidad para mantener el efecto y utilizarlo en el futuro.
La satisfacción de un cuerpo en acción
Un estudio determinó que la actividad física causa cambios en el músculo esquelético que aumentan su capacidad para limpiar la sangre y eliminar sustancias que se acumulan durante el estrés y son perjudiciales para el cerebro.
Durante el ejercicio, el músculo funciona como un exprimidor de sustancias dañinas. Las que alteran el estado de ánimo y causan depresión, desaparecen.
Un régimen de ejercicio continuo, aunque no sea muy intenso, te da muchos beneficios, pero si el estrés continúa, entonces lo mejor es consultar un especialista, porque el problema podría ser mayor.