Exhortan a empresas a mejorar procesos regulatorios

Las empresas familiares en México se han resistido mucho a elaborar o mejorar sus procesos regulatorios, lo que las pone en riesgo de de ser víctimas de fraudes empresariales, que en algunos casos son de personas externas que penetran en su sistema ante la falta de control, y que podrían incluso quebrarlas o enviar a sus socios a prisión.
Alfredo Esquivel Boeta, miembro de la Comisión Fiscal Nacional del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), explicó que en general las empresas mexicanas avanzan en la evaluación de sus procesos operativos, legales y regulatorios, pero esto no incluye aquellas que son manejadas solo por la familia.
Al exponer ante socios del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF), enfatizó que el establecimiento de Mejores Prácticas Empresariales o Compliance Corporativo, es un mecanismo de seguridad y eliminación de riesgos que en México cada vez más empresas adoptan y llevan a cabo.

Precisamente el tema será analizado durante el Diplomado Fiscal 2024 que organiza el IMEF a partir de este 4 de junio, de manera virtual para ejecutivos en todo el país.

Esquivel Boeta puntualizó acerca de la importancia que ha cobrado para las empresas el contar con un plan estratégico en este sentido, que les ayude a evitar problemas internos que van desde la malversación de fondos, abuso de confianza, robo, incumplimientos de marcos o procedimientos legales hasta regulaciones varias.

“En sí, el proceso es estandarizar manuales y procedimientos, políticas dentro de la empresa, que en un momento dado le permitan sobre todo medir el grado de riesgos a los que se puedan enfrentar”, explicó.

Todo esto, dijo Esquivel Boeta, puede fácilmente generar pérdidas de capital, demandas o multas, con su consecuente pérdida de confianza e incluso de imagen y prestigio.
“El grado mayor es que hubiera un tema de tipo penal, que vamos a decir, con involucramiento de la propia empresa, o de algún socio o accionista, o de varios, o de los administradores de la empresa, y pueden ir a prisión uno o varios socios o incluso los administradores de la propia empresa.

El ejecutivo habló de la importancia que ha cobrado para las empresas el contar con un plan estratégico en este sentido, que les ayude a evitar problemas internos que van desde la malversación de fondos, abuso de confianza, robo, incumplimientos de marcos o procedimientos legales hasta regulaciones varias, que a su vez, pueden fácilmente en cualquier caso de los ejemplos anteriores, resultar en pérdidas de capital, demandas o multas, con su consecuente pérdida de confianza e incluso de imagen y prestigio.
“Una empresa que no alcanza a cumplir satisfactoriamente con cuando menos el 70% de metas dentro de sus evaluaciones autoimpuestas para detectar fallas en sus indicadores y sistemas métricos, está en claro riesgo de caer en responsabilidad incluso penal en algunos casos”, reveló el conferencista.